Como hemos hecho desde hace casi un mes, venimos al tianguis de Metepec cada lunes, después de mi seminario en línea, el seminario de hoy me interesó mucho, una psiquiatra nos habló sobre insomnio en pacientes con trastorno del espectro autista, nos contó de las alteraciones sensoriales de estos pacientes, nos habló del caso de un niño que, de pronto, empezó a aborrecer a la abuela, la abuela siempre iba por él a la escuela, cierto día el niño se rehusó, la colega psiquiatra estudió el caso de su paciente y concluyó que la abuela cambió de perfume y que ese perfume le resultaba insoportable al niño. La colega psiquiatra también nos habló sobre los tratamientos farmacológicos que prescribe para sus pacientes, a algunos les receta metilfenidato, a otros les receta antipsicóticos o gabapentina, depende de las comorbilidades de cada paciente. Le pregunté algo al final de su seminario, también nos había contado cómo identifica qué clase de desequilibrio neuroquímico puede tener un paciente en particular, a partir de su interacción con ellos, y eso me pareció fabuloso, es la clase de habilidad que me gustaría adquirir: saltar de la investigación con animales, en un ambiente experimental altamente controlado, a la realidad. Me desconecté de Zoom alrededor de las 11: 30 y me acordé de la última vez que vi a la colega psiquiatra, en septiembre del año pasado, en la inauguración de la clínica en la que ella y los colegas del seminario trabajan, me tomé varias copas de vino tinto y gran parte de nuestra conversación es un blackout, pero recuerdo que le dije que uno de mis sueños frustrados es ser psiquiatra, que me gustaría aprender a dar consulta, ver cómo es la realidad, más allá de la investigación básica. Creo que ella me invitó a acercarme a la clínica.
Lizzie se acerca a la mesa, la gente pasa por aquí y por allá, el ruido del tianguis de lunes no para, quisiera escribir tantas cosas. No estoy melancólico, como otros lunes. Me pregunto cuándo digeriré todas estas visitas de las últimas semanas al tianguis, cuándo podré escribir sobre estas visitas, cuándo todo esto formará parte de un recuerdo, de cuando estaba en la etapa laboral más oscura de mi vida.
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