martes, 10 de enero de 2023

podría escribir mil cosas, y más


puedo escribir mil cosas, y más, aquí, y esas mil cosas, y más, podrían ser mejores que las mil cosas, y más, que tú lees a diario porque una estrella de rock de las letras te dice que las leas, y podrían hacer click con una parte de tu vida, podrían remontarte a una etapa de tu vida que añoras, podrían volarte la cabeza, podrían provocarte lo mismo que te provoca tu canción preferida, esa que no dejas de escuchar, esa que te vuelve loco, que te hace sentir bien, que te hace ignorar todas las cosas malas que te pasan, que te hace olvidarte que estás desempleado, que es como si condujeras un F1 y de pronto te dijeran que necesitan a un ciclista para que le enseñe a unos alumnos a conducir un triciclo, o, todo esto que voy escribiendo, podría hacerte sentir muy mal, recordarte que no importa cuánto te esfuerces, cuántos sacrificios hagas, cuántas horas de estudio inviertas, cuántas fiestas y cuántos placeres rechaces, que, al final, lo único que hace la diferencia es tener un contacto.

puedo escribir mil cosas, y más, aquí, y en otros blogs, y en otros lugares –libretas, archivos en Word, archivos en Pages–, pero, si una estrella de rock de las letras no te dice que lo leas, no lo vas a leer, aunque estés hasta la madre de lo que escribe y de lo que recomienda esa estrella de rock de las letras, aunque no te identifiques con la literatura que escribe o que recomienda esa estrella de rock de las letras, y, si empezamos por entender por qué lees, la situación se complica todavía más: ¿lees porque quieres ser una estrella de rock de las letras?, ¿lees porque crees que tienes talento para escribir?, ¿lees porque te gusta olvidarte de la realidad?, ¿lees porque te gusta aparentar que tienes cultura?, ¿no lees, pero dices que lees?, ¿no lees, pero compras los libros que las estrellas de rock de las letras te recomiendan, para que no parezcas inculto...?

puedo escribir mil cosas, y más, aquí, pero nunca vas a leerme (mientras siga vivo... incluso si me conoces en persona). somos así: animales mórbidos, atraídos por la muerte como la basura atrae a las moscas; animales de apariencia: nos gusta parecer pero no nos gusta ser; animales sin tiempo, que lavan trastes todo el día, que trabajan para tener un techo y comida, que van al baño, que se enferman, que desean lo que tienen otros pero que no quieren matarse para conseguir lo que tienen los demás; no tenemos tiempo para leer, ni para descubrir, ni para formarnos nuestro propio criterio... 

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