He pasado mi primera noche con cuatro décadas exactas de vida
Me he levantado de la cama con un dolor estomacal
Estaba soñando que alguien me respiraba en la frente
Y que inundaba mis pulmones con todas las drogas que siempre quise probar
Al mismo tiempo escuchaba un sonido que parecía el batir de las alas de un insecto
He tenido que despertar y me he dado cuenta de que eras tú
sábado, 21 de diciembre de 2019
domingo, 15 de diciembre de 2019
Detrás de la tormenta
La conocí en El Foro Alicia, una noche en la que tocaban los Silencios Incómodos –de hecho, presentaban su álbum homónimo–.
“Mapache”...
Escuchar a Fiona Apple me remonta a ti
Me convierte repentinamente en la persona que era
Me hace echar de menos la incertidumbre de los días
Escuchar a Fiona Apple me remonta a ti
Y sin embargo no pienso en la calidez de tu cuerpo
Ni en la ingenuidad de tus ideas
Tampoco pienso en la inocencia de tus ojos
Tampoco pienso en las inflexiones infantilizadas de tu voz
Y sin embargo es como si su música te hiciera presente
Y me permitiera estrechar tus manos una vez más
Y observar cómo tus labios tiemblan apenas perceptiblemente
Mientras te digo que me haces pensar en nenúfares
Cierro los párpados y adopto una posición más cómoda en el sofá
Tengo una taza en las manos y me la llevo lentamente a la boca
Aspiro el aroma del té de hierbabuena y los sonidos del piano me absorben
Me recuerdo caminando hacia la universidad
Escuchando esta canción y pensando en ti
Recordando las veces que nos vimos en distintos puntos de la ciudad
Recordando la noche que nos conocimos y nos besamos por primera vez
Recordando pensar en ti mientras escuchaba este álbum después de haber fumado
Después de haberte visto y haberte escuchado y haber sentido tu cuerpo
Y haberte confesado que nunca había conocido a una mujer como tú
Y de que tú hubieras jugado conmigo y me hubieras mostrado tu ropa interior
Cierro los párpados y la velocidad de la música
Y los platillos que suenan a jazz loco y las notas del piano que suenan a desesperación
Me hacen preguntarme por qué dejé escapar la oportunidad de hacerte mía
Era evidente en tus cartas que tú deseabas lo mismo que yo
Decías que no necesitábamos tener una relación formal y que podía ocurrir cualquier cosa
Decías que nadie te había respetado tanto como yo lo hacía
Hablábamos por teléfono casi todos los días y me hacías reír
Me contabas lo que habías hecho y lo que querías hacer
Te gustaban los White Stripes y Black Sabbath y también Madonna
Te intrigaba saber cómo había sido yo a tu edad y suponías que yo había sido un punk
Y me decías que te habría gustado saber cómo habrías reaccionado de habernos conocido
Te preguntabas qué habría ocurrido si hubiéramos tenido la misma edad
Me invitabas a tu casa o alguna de las fiestas de tu pueblo o a verte bailar con los chinelos
Me regalabas tu tiempo y luego me dolía la oreja y te hacía enojar y me colgabas
Luego llamabas y no me encontrabas y me dejabas un mensaje pidiéndome que soñara contigo
Y preguntándome cómo prefería soñarte
Y preguntándome qué clase de ropa quería que usaras en mi sueño
Estoy echando de menos la oportunidad de haberte hecho mía
Tengo la impresión de que estoy mirándote
Sumergiendo mis dedos en las sinuosidades de tu cabellera
Aspirando el perfume que mana de tu piel joven
Evitando perderme en el abismo de tus blusas escotadas
Y sin embargo recuerdo escuchar esta canción
Absorbiendo tu rechazo a través de todos los poros de mi piel
Me convierte repentinamente en la persona que era
Me hace echar de menos la incertidumbre de los días
Escuchar a Fiona Apple me remonta a ti
Y sin embargo no pienso en la calidez de tu cuerpo
Ni en la ingenuidad de tus ideas
Tampoco pienso en la inocencia de tus ojos
Tampoco pienso en las inflexiones infantilizadas de tu voz
Y sin embargo es como si su música te hiciera presente
Y me permitiera estrechar tus manos una vez más
Y observar cómo tus labios tiemblan apenas perceptiblemente
Mientras te digo que me haces pensar en nenúfares
Cierro los párpados y adopto una posición más cómoda en el sofá
Tengo una taza en las manos y me la llevo lentamente a la boca
Aspiro el aroma del té de hierbabuena y los sonidos del piano me absorben
Me recuerdo caminando hacia la universidad
Escuchando esta canción y pensando en ti
Recordando las veces que nos vimos en distintos puntos de la ciudad
Recordando la noche que nos conocimos y nos besamos por primera vez
Recordando pensar en ti mientras escuchaba este álbum después de haber fumado
Después de haberte visto y haberte escuchado y haber sentido tu cuerpo
Y haberte confesado que nunca había conocido a una mujer como tú
Y de que tú hubieras jugado conmigo y me hubieras mostrado tu ropa interior
Cierro los párpados y la velocidad de la música
Y los platillos que suenan a jazz loco y las notas del piano que suenan a desesperación
Me hacen preguntarme por qué dejé escapar la oportunidad de hacerte mía
Era evidente en tus cartas que tú deseabas lo mismo que yo
Decías que no necesitábamos tener una relación formal y que podía ocurrir cualquier cosa
Decías que nadie te había respetado tanto como yo lo hacía
Hablábamos por teléfono casi todos los días y me hacías reír
Me contabas lo que habías hecho y lo que querías hacer
Te gustaban los White Stripes y Black Sabbath y también Madonna
Te intrigaba saber cómo había sido yo a tu edad y suponías que yo había sido un punk
Y me decías que te habría gustado saber cómo habrías reaccionado de habernos conocido
Te preguntabas qué habría ocurrido si hubiéramos tenido la misma edad
Me invitabas a tu casa o alguna de las fiestas de tu pueblo o a verte bailar con los chinelos
Me regalabas tu tiempo y luego me dolía la oreja y te hacía enojar y me colgabas
Luego llamabas y no me encontrabas y me dejabas un mensaje pidiéndome que soñara contigo
Y preguntándome cómo prefería soñarte
Y preguntándome qué clase de ropa quería que usaras en mi sueño
Estoy echando de menos la oportunidad de haberte hecho mía
Tengo la impresión de que estoy mirándote
Sumergiendo mis dedos en las sinuosidades de tu cabellera
Aspirando el perfume que mana de tu piel joven
Evitando perderme en el abismo de tus blusas escotadas
Y sin embargo recuerdo escuchar esta canción
Absorbiendo tu rechazo a través de todos los poros de mi piel
Todo lo que lees aquí, lo escribo yo.
martes, 23 de julio de 2019
Live At The Roseland Ballroom (1993)
Estoy escuchando este concierto.
Es difícil asimilar que fue grabado hace 26 años.
Está rodeado de historias.
Supuestamente, Kurt Cobain sufrió una sobredosis antes del concierto.
Hasta donde sé, Krist Novoselic lo ha confirmado unas cuantas veces.
Supuestamente, MTV grabó el concierto completo.
Al menos, diversos clips del concierto –incluyendo fragmentos de Scentless Apprentice, Milk It, Come As You Are y Lithium– aparecieron poco tiempo después en la programación regular de MTV.
Los admiradores hemos estado esperando una versión oficial de este concierto.
Los conciertos del Paramount Theatre, del Reading Festival y del Live & Loud –tres de los conciertos largamente esperados de la corta carrera de Nirvana– finalmente fueron lanzados de manera oficial después de 30 años más o menos.
Existen rumores acerca de los lanzamientos oficiales del Hollywood Rock Festival (1993) y del Paradiso (1991) en casi todas las comunidades de fans de Nirvana en internet.
Hasta ahora, no hay nada claro.
Aun cuando From The Muddy Banks Of The Wishkah (1997) incluye algunas versiones geniales de las canciones más populares de la banda en calidad de consola de sonido y aun cuando Krist Novoselic personalmente escuchó conciertos completos y entonces seleccionó un puñado de canciones para ponerlas en ese álbum –supuestamente, incluso intercambió en internet con algunos fans algunos conciertos que él poseía–, parece poco probable que algún día, alguno de estos conciertos esté disponible en su totalidad como un lanzamiento oficial para los fans.
Espero equivocarme.
¿Cómo sería tener un lanzamiento oficial del concierto del Roseland Ballroom...?
¿Cómo sería tener un lanzamiento oficial del último concierto de Nirvana en Seattle, tan sólo cuatro meses antes de que el cadáver de Kurt Cobain fuera hallado en el invernadero de su casa en Lake Washington...?
En internet, es relativamente fácil encontrar diversas versiones del concierto del Roseland Ballroom.
La mayoría fueron grabadas con dispositivos de baja calidad.
Según la gente que asistió a este concierto, fue un concierto intenso.
Nirvana estaba a un par de meses del lanzamiento de In Utero.
¿Alguien se imaginaría que sería su último álbum de estudio..?
La banda recientemente había declarado que se negaban a tocar canciones que sonaran al multi-galardonado Nevermind.
Incluso habían contratado a Steve Albini y estaban muy felices con el sonido "crudo" de In Utero.
Los admiradores y los medios contaban los días para el lanzamiento de otro álbum de Nirvana, y quienes asistieron a este concierto quedaron muy impresionados por las canciones nuevas.
La grabación de In Utero también estuvo rodeada de historias.
Supuestamente, a los ejecutivos de Geffen no les gustó la versión original del álbum y entonces obligaron a Nirvana a contratar a Scott Litt para que hiciera otras mezclas "menos crudas" de algunas canciones –All Apologies, Pennyroyal Tea y Heart-shaped box...
Supuestamente, Radio Friendly Unit Shifter fue la manera en la que la banda le hizo saber a la audiencia que la disquera había intentado censurarlos.
En este concierto, Nirvana tocó varias canciones de In Utero –Very Ape, Milk It, Scentless Apprentice, tourette's... – e incluso invitaron a John "Big" Duncan al escenario, para que tocara con ellos como segundo guitarrista en algunas canciones.
Pat Smear todavía no era parte de la banda, pero Kurt Cobain ya les había hablado acerca de la necesidad de tener un segundo guitarrista.
John "Big" Duncan era entonces el técnico de guitarra de Kurt Cobain.
Duncan era tan cercano al líder de Nirvana que la prensa lo ha buscado recientemente y le ha dicho a los medios que Kurt iba a dejar de tocar Stratocaster y que estaba entusiasmado por tocar Telecaster y que no estaba realmente satisfecho con el sonido de la Jagstang que Fender había diseñado para él.
Estoy escuchando una versión incompleta del concierto del Roseland Ballroom, pero tiene sonido de consola. Incluye fragmentos de Scentless Apprentice y de Rape Me.
También incluye Blew, School, Aneurysm, Come As You Are, Breed, Lithium y Drain You.
La fotografía que puse al principio de esta entrada, me recuerda a uno de los Outcesticides que fueron lanzados ilegalmente poco después de la muerte de Kurt Cobain.
El volumen al que me refiero incluía la versión extendida e improvisada de Scentless Apprentice que Nirvana tocó en Rio de Janeiro en 1993.
En esa época, la banda grabó algunos demos de In Utero en los estudios BMG de Brasil.
Algunos de ellos terminaron en algunas ediciones de In Utero o en With The Lights Out –Gallons Of Rubbing Alcohol Flow Through The Strip, Scentless Apprentice, Milk It, The Other Improv y una versión de Seasons In The Sun...
Hoy estoy triste y enojado.
Comencé a escribir una novela hace casi seis años.
La sometí a un concurso hace un año.
La sometí a otro concurso en abril.
Entre ambos concursos, la revisé en diversas ocasiones.
Esta última vez, el proceso de revisión casi me volvió loco.
Toda mi tiempo estuvo dedicado a la novela.
Se convirtió en una especie de obsesión.
Me convertí en un obsesivo-compulsivo.
Después de estar un par de semanas en mi nuevo trabajo, la Universidad se fue a huelga.
La huelga duró tres meses y yo estaba al borde de la quiebra, tratando de adaptarme a la situación y trabajando como si el dinero no fuera importante para subsistir.
Estaba realmente desesperado y frustrado cuando revisaba y re-escribía la novela, así que puse todos mis sentimientos en ella. Puede sonar estúpido, pero puse mi corazón y mi rabia en ella.
La novela tiene una estructura sólida. Trabajé en ella durante casi seis años.
He estado escribiendo desde que nací. Es complicado explicar por qué no soy un individuo más que escribe y que pretende ser sensacional. Ni creo ser sensacional, ni escribo para que un montón de desconocidos que quizá no leen me digan que soy sensacional.
Algunas veces creo que lo que necesito en verdad es hacerme amigo de un editor y venderme como un personaje que puede atraer al lector.
Los resultados del último concurso fueron anunciados hoy.
Una mujer que tiene más de seis mil seguidores en Twitter ganó el concurso.
Ella también ganó otro concurso en los últimos años.
Ella también estuvo involucrada de algún modo en un programa de televisión.
Se supone que este concurso estaba dirigido a escritores jóvenes.
El último año, lo ganó un tipo que comenzó a escribir la novela ganadora con una beca del FONCA.
Entiendo que "escritor joven" describe más a "un escritor desconocido" que no ha tenido la oportunidad de publicar que a "un escritor con pocas publicaciones", pero, tal vez, me equivoco.
Sólo quiero dejar claro algo: de una manera u otra, un día publicaré ésta u otra novela de mi autoría.
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Todo lo que lees aquí, lo escribo yo.
viernes, 19 de julio de 2019
sábado, 29 de junio de 2019
Antichrist Superstar (1996)
Desde que me regalaron Heaven Upside Down (2017), no había vuelto a escuchar a Marilyn Manson. Un día, sin ninguna razón aparente –tal vez había leído en internet alguna nota sobre Brian Warner que influyó en mi comportamiento de manera subliminal–, mientras iba de la casa al trabajo –creo que iba a dar mi clase de Historia de la Psicología a las ocho de la mañana–, me puse a escuchar algunos de sus álbumes.
Su música me transportó a mis primeras semanas en la universidad, a la época en la que “conocí” Antichrist Superstar (1996) y Portrait Of An American Family (1994). Los primeros acordes de “Irresponsible Hate Anthem” me hicieron sentir momentáneamente como un universitario que apenas iba a cumplir dieciocho años y que apenas estaba familiarizándose con la vida académica de Ciudad Universitaria y con sus primeras clases en la Facultad de Psicología.
Tomaba clases a las siete de la mañana todos los días. El recorrido desde la casa hasta la universidad era más largo que todos los recorridos que había hecho desde la casa hasta cualquier otra escuela –la distancia me había torturado, porque no me veía recorriendo la ciudad tantas horas, todos los días de la semana y dos veces al día. Tampoco me imaginaba tener la fuerza suficiente para concentrarme en mis estudios y estudiar de manera comprometida. No estaba muy convencido de estudiar la carrera de Psicología. Quería estudiar Letras y dedicar mi vida a la lectura y a la escritura.
Para trasladarme hasta la universidad, tomaba un camión que me llevaba a la estación Puebla del metro y de ahí me iba hasta la estación Centro Médico y transbordaba a la Línea 3 del metro y me bajaba en la estación Copilco. La línea 3 tenía unos meses de haber sido inaugurada y no tenía mucha afluencia.
Aunque para entonces ya había visto los videos de The Beautiful People, Tourniquet y Man That You Fear –casi todo mi tiempo libre lo pasaba durmiendo, leyendo o viendo MTV–, pero, curiosamente, escuché Antichrist Superstar casi un año después de que había sido lanzado a la venta.
Todo esto ocurrió cuando tenía apenas unas semanas en la universidad. En alguno de los tiempos muertos entre clases, me puse a platicar con un compañero de grupo. Mientras esperábamos que el profesor no llegara a dar clase, nos pusimos a hablar de música. A él le gustaba Metallica y me dijo que Antichrist Superstar era un buen álbum.
Me dio curiosidad escucharlo de principio a fin y le pedí que me grabara una copia.
Cuando lo escuché, me gustó. La música no sonaba muy parecida a la música que estaba acostumbrado a escuchar. Abundaban los sintetizadores y los efectos de sonido, pero era violenta y decadente. Las letras de las canciones abordaban temas relacionados con la manipulación de la religión, los miedos infundados de la gente, el poder de las drogas y la adicción al sexo. Me llamó la atención el hecho de que los coros de algunas canciones se convertían en el verso de otras canciones y que esta técnica se repetía en todo el álbum, como si hubiera una trama que conectara a todas las canciones.
Antichrist Superstar se convirtió en el álbum que me acompañó en los recorridos de la casa a la universidad y de la universidad a la casa durante todo un año.
Más o menos cuando me puse a escuchar algunos álbumes de Marilyn Manson, Portrait Of An American Family cumplió veinticinco años de haber sido lanzado a la venta.
Esta coincidencia me llevó a escuchar nuevamente Smells Like Children (1995), Mechanical Animals (1998), The Last Tour On Earth (1999), EAT ME, DRINK ME (2007) y a darle una oportunidad a aquellos álbumes que nunca había escuchado* e incluso a usarlo para dar un ejemplo en una de mis clases**.
Comencé a leer Long Hard Road Out Of Hell (1998) en agosto.
Terminé usándolo (inconscientemente) de ejemplo para hablar sobre trastornos de la personalidad en una clase de Estadística.
Tomaba de guía un libro de Andrew Field y él tomaba como ejemplo los reality shows –en particular, Big Brother– para relacionar los trastornos de personalidad de los participantes con su probabilidad para ganar el concurso y también para hablar sobre cómo se deben interpretar las hipótesis nulas.
Quería dejar clara esta idea, pero no sé si funcionó.
Lo que sí pasó fue que me interesé en leer Long Hard Road Out Of Hell...
__________
* Holy Wood (2000) y The Golden Age Of Grotesque (2003).
**Usé varias fotografías que retrataban sus múltiples cambios de imagen, para hablar sobre una hipótesis nula en la que se consideraba que la psicopatía exhibida por los participantes de un reality show no difería de la psicopatía exhibida por la población en general y para explicar cómo se debía interpretar correctamente una hipótesis nula cuando es rechazada o aceptada.
***Kindefeld es sobre esta experiencia.
Tenía un amigo que me prestó este álbum.
Cada vez que lo escucho, recuerdo esos primeros días en clases.
Todo lo que lees aquí, lo escribo yo.
sábado, 15 de junio de 2019
domingo, 12 de mayo de 2019
miércoles, 1 de mayo de 2019
martes, 30 de abril de 2019
New Day Rising
Mientras yacemos en la cama, no logro identificarte, pero tu cara me recuerda a alguien.
La imagen es borrosa al principio, pero, ya que no puedo dejar de mirarte, se hace más clara.
Tu cara se parece a la cara de esta niña que conocí en el último año de la primaria.
Para entonces, nuestras familias se habían hecho amigas y solíamos visitarnos una vez al mes, más o menos.
Cuando yo iba a su casa, solíamos escaparnos de las cenas.
Nos escondíamos en una casa del árbol en el jardín trasero de su casa.
La pasamos muy bien en ese jardín.
Principalmente nos besábamos y hablábamos de películas que no habíamos visto y de drogas que no habíamos probado.
Mientras yacemos en la cama y tu cara me recuerda a esta chica, no puedo dejar de pensar en sus labios.
Eran tan suaves como el terciopelo, pero violentos.
Brillaban como un sol naciente.
Brillaban como un naciente nuevo día.
Sus cejas siempre parecían tan estiradas que su rostro siempre parecía estar sorprendido.
Éramos sólo un par de chiquillos precoces atraídos por el sexo de un modo infantil.
En las últimas semanas de la primavera de ese último año en la primaria, fui, como siempre, a su casa y, como siempre, nos escapamos de la cena.
La chica me empujó contra el suelo de la casa del árbol.
Luego apoyó su cara en mi pecho.
Después de algunos minutos, se sentó junto a mí.
Me miró y decidió quitarse la ropa.
Su cuerpo desnudo era algo tan perfecto y tan espléndido.
Me sentí atraído a él de un modo salvaje, pero no sabía qué hacer.
Al mismo tiempo, me sentía excitado y entumecido.
Ella me miró.
Me pidió que quitara la ropa, también.
Fue algo muy incómodo.
Yo estaba avergonzado de mi cuerpo.
Era un niño con sobrepeso y mi panza me hacía verme muy estúpido.
Miré su piel morena. La forma en la que su cuerpo desnudo irradiaba una especie de brillo espiritual en la penumbra de la casa del árbol, me provocó escalofríos.
Este brillo espiritual que emanaba de su cuerpo estaba hecho de senderos de vapores azules y negros del alba, o así se veía.
En mi sueño, esta especie de senderos azules y negros, anegaban la habitación.
Mientras yacemos en la cama y no puedo dejar de pensar en esta chica, abro los ojos y me enfoco en tu rostro. Ahora logro identificarte. Sé que te he visto en un programa de televisión.
Creo que eres una atleta y que estás en una competencia en la playa.
Ahora estás encima de mí.
Tienes una mirada cachonda.
Acercas tu rostro al mío.
Me susurras algo que tiene un carácter sexual.
Tu aliento es muy dulce. Huele a vainilla.
Me controlas. Me conduces.
Tu cabello castaño con tenues luces rubias se esparce en mi pecho como una cascada de arco iris. Abres los labios y de repente tu lengua recorre mi pecho.
Miro hacia el techo.
Hay un enorme espejo encima de nosotros.
Conforme lames mi pecho y siento tu lengua como si fuera un afrodisiaco, veo la cascada de tu cabello esparcida en el colchón.
Estás muy cachonda.
Te subes en mí y comienzas a moverte contra mi entrepierna.
Me haces sentir muy excitado.
Me controlas. Me conduces.
Te das la vuelta y ahora veo tu espalda.
Continúas moviéndote, atrás y adelante, atrás y adelante, contra mi entrepierna.
Me controlas. Me conduces.
Siento que estoy a punto de explotar.
Tengo una erección que no puedo controlar.
Lentamente me convierto en una parte de ti.
Lentamente estoy dentro de ti.
Sé que debería usar un preservativo, pero es demasiado tarde.
No puedo dejar de mirar mi erección en la penumbra de la habitación.
Se ve diabólica. No puedo creer lo que acaba de pasar.
New Day Rising, by Hüsker Dü
English version of New Day Rising
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Sexo,
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Todo lo que lees aquí, lo escribo yo.
viernes, 12 de abril de 2019
miércoles, 10 de abril de 2019
Saint Vitus Bar (2010)
lunes, 8 de abril de 2019
¿Es mejor quemarse que desvanecerse?
Camina encorvado y con la cabeza baja, como se le verá en Live Tonight Sold Out (el VHS que será lanzado en noviembre de 1994, que ha sido concebido por él y cuyo propósito es documentar la trayectoria de Nirvana), en el clip donde acaban de tocar Territorial Pissings en el show de Jonathan Ross y el público y la producción no pueden creer que hayan hecho lo que se les dio la gana.
Tenían la instrucción de tocar una versión "amistosa" de Lithium.
Le ha contado a Michael Azerrad que camina de ese modo porque tiene un problema en la columna vertebral –escoliosis congénita– y que el continuo peso de la guitarra lo ha agravado.
Sus admiradores están acostumbrados a verlo caminar de ese modo cuando abandona el escenario y ha destruido una Fernandes (gira de 1991) o una Stratocaster (gira de 1992) para dar por concluido un concierto.
Jamás destruye la Mustang que portó durante la grabación del video de Smells Like Teen Spirit, ni la Jagstang que Fender diseñó exclusivamente para él.
La destrucción forma parte de la música de Nirvana.
Endless, Nameless –la pista secreta de seis minutos y medio al final de Nevermind– fue resultado de su frustración al no quedar satisfecho con las voces y la guitarra de Lithium y destrozar una Stratocaster negra y de golpeador blanco contra el piso del costoso estudio de grabación.
A la televisión francesa le dijo en una entrevista que destroza instrumentos porque es un buen pretexto para no tener que dar encore.
A otros medios de Estados Unidos les dijo que alguien ya había destruido un árbol para construir sus guitarras y que por esa razón no encuentra nada de malo en destrozarlas.
A partir de 1993, John Duncan –su técnico de guitarra– se encarga de arreglar, afinar y modificar todas las guitarras que Cobain destruye al final de los conciertos.
Él mismo lo hacía antes de volverse mundialmente famoso, en la época en que compró la Jaguar '65 con un adelanto de Geffen.
Duncan asegura que Cobain está por abandonar Stratocaster.
Courtney Love le regaló una Telecaster y Duncan la ha adaptado con todos los cambios que el líder de Nirvana le ha sugerido.
Lleva puestas unas gafas vintage Christian Roth*, un gorro de los Buzzcocks, una playera de Half Japanese, una chamarra de esquimal, unos jeans raídos y unos Converse.
En un lapso de tres años, desde que Nevermind (1991) –el segundo álbum de estudio de su banda– le arrebató el primer lugar de la lista de Billboard al Rey del Pop, se ha encargado de repetirle a la prensa que nunca quiso ser una estrella de rock y que odia los reflectores.
Su vestimenta dista mucho de ser lo que cualquiera consideraría "bajo perfil".
Además, no importa qué tan discreto vista.
En ese momento es quizá la persona más conocida en todo el mundo.
Tiene tantos admiradores que puede darse el lujo de exigirles a aquellos que son homofóbicos, misóginos, machistas y fanáticos religiosos que dejen de asistir a sus conciertos y que dejen de comprar sus discos.
Es tan famoso que cualquier declaración suya es noticia.
Habla de sus problemas de adicción a la heroína y luego se queja de la prensa amarillista que ha inventado historias acerca de él y de su esposa y que los señala como criminales.
En algunos medios, circula una grabación telefónica en la que amenaza de muerte a una columnista de Vanity Fair.
En un lapso de tres años, Nirvana ha tocado para miles de personas en eventos tan importantes como Reading Festival (1991 y 1992) y Hollywood Rock (1993).
Su banda ha encabezado festivales en Europa, en Sudamérica y en Australia.
En los últimos dos meses de 1993, tocaron para MTV en los estudios de Sony en Nueva York y en el Pier 48 de Seattle.
Apenas en marzo, Cobain canceló la gira de In Utero en Europa, después de un extraño concierto con laringitis y fallas eléctricas, en la terminal aérea abandonada de Münich.
Sus mánagers lo presionan para que no rechace la oferta multimillonaria de Lollapalooza.
Su mujer insiste en que firme ese contrato, porque le hará ganar tanto dinero que podrá renunciar a Nirvana e incluso pagarle a los abogados que lo demandarán por haber cancelado la gira en Europa.
Cobain ni siquiera ha cumplido treinta años y ya tiene al mundo rendido a sus pies.
Aun si abandonara la música, seguiría siendo famoso.
David Fricke –uno de los periodistas más influyentes de Rolling Stone–, lo ha comparado con John Lennon.
Los periodistas más ortodoxos no están de acuerdo, pero Fricke se defiende.
Dice que Cobain no sólo hace música que llega al corazón de las masas, sino que la hace sin respetar las reglas establecidas por la industria predadora, tal y como Lennon lo hacía en su época.
Cobain le ha repetido a la prensa que toda su vida había estado enfermo y que había usado drogas para lidiar con el dolor, porque ningún tratamiento médico había funcionado.
También ha repetido que había decidido volverse un drogadicto porque había sido tan miserable que todos los días pensaba en acabar con su vida.
Sin embargo, sus declaraciones cambiaron desde el lanzamiento de In Utero (1993).
Frances Bean, su hija, tiene dos años de edad, y lo hace muy feliz la oportunidad de verla crecer y de ofrecerle un hogar como el que él perdió cuando sus padres se divorciaron, tal y como lo canta con un cierto hartazgo en Serve The Servants.
En las pruebas de sonido de un concierto en Lisboa, escuchó una canción compuesta por Dave Grohl y está seguro de que, en su siguiente álbum –que ha prometido "será más etéreo que los anteriores" y que dejará a un lado "la fórmula Nirvana"–, la música de su banda ya no dependerá exclusivamente de él.
Exhausted terminará en el primer álbum de los Foo Fighters.
Se reunió con Courtney en El Hotel Excelsior de Roma y mezcló accidentalmente alcohol con rohypnol y tuvo que ser intervenido de emergencia.
Según algunos medios, estuvo en coma alrededor de veinticuatro horas.
Según los médicos, cuando despertó se le veía feliz y más como una persona que disfrutaba jugar con su hija que como un suicida.
A nadie, dentro de la órbita de Nirvana, le convenía que el Departamento de Protección de Menores tuviera motivos para quitarles la tutela de Frances Bean a él y a su esposa.
Si Cobain hubiera sufrido otra separación de su hija, habría sido más difícil convencerlo de que saliera de gira. Poco después de que naciera Frances Bean, a él y a su esposa les retiraron la tutela, debido a una nota de Vanity Fair en la que se sugería que Love consumía heroína durante su embarazo. Él desapareció de los reflectores.
Todo es una vorágine.
Sólo uno de los tíos de Kurt murió accidentalmente por un disparo de escopeta, cuando el ni siquiera había nacido, pero durante tres años Courtney Love se ha encargado de esparcir rumores entre la prensa, acerca de los genes suicidas de la familia Cobain.
El incidente en Roma reforzó esa idea.
La opinión general es que Kurt siempre ha sido un suicida.
Extrañamente, el Departamento de Protección de Menores creyó ciegamente la versión del accidente en Roma.
Sus amigos y sus conocidos, sin embargo, siempre dicen que él no tiene rasgos suicidas.
Dentro de unas semanas, la prensa amarillista especulará que debido a este incidente, Cobain sufrió un daño cerebral que le impidió volver a tocar la guitarra y que su muerte era la única opción que tenían los mercenarios detrás de él para mitificarlo y seguir viviendo de las ventas de sus discos.
Más de veinte años después, en Montage Of Heck –el documental autorizado por su viuda y producido por Frances Bean–, Courtney Love declarará que ella viajó hasta Roma en esa ocasión para encontrarse con su esposo, porque él sospechaba que ella había estado viendo a Billy Corgan mientras Nirvana estaba de gira en Europa.
Según ella, Kurt estaba destrozado y pensaba que ella lo estaba engañando y por esa razón había intentado acabar con su vida, mezclando benzodiacepinas con champaña.
El incidente en Roma reforzará esta idea, incluso veinte años después de su muerte.
Desde que regresó a Seattle, tras permanecer en observación unos cuantos días en El American Hospital de Roma, su familia y sus amigos lo presionaron para que ingresara a un centro de rehabilitación.
Les preocupa su salud, pero es obvio que también les preocupa que el imperio de Nirvana se desmorone.
Les preocupa su salud, pero es obvio que también les preocupa que el imperio de Nirvana se desmorone.
Hay algunos rumores entre gente cercana a la banda que señalan que Kurt despidió a Novoselic y a Grohl, y que les dijo que Nirvana es su banda y que él invitaría a otros músicos a formar parte de ella.
También está cansado de que Buzz Osborne –su amigo y cantante de Melvins– quiera entrometerse en la dirección que debe tomar su banda.
La tensión es tan fuerte que, sólo unos días atrás, Novoselic y él se pelearon.
El bajista de Nirvana lo llevaba en su auto al aeropuerto de Seattle para que viajara a Los Ángeles e ingresara a Exodus. Kurt se quejó y lloró en el camino, se rehusó a hacer check-in en el aeropuerto, le dio un puñetazo a Novoselic en el rostro y huyó maldiciéndolo.
Será la última vez que se verán.
Otros rumores circulan entre allegados a la familia Cobain.
Kurt quiere hacer canciones como Neil Young y tiene pensado colaborar con Michael Stipe.
Según su abogada, Kurt ha pensado en el divorcio y quiere cambiar su testamento.
Será la última vez que se verán.
Otros rumores circulan entre allegados a la familia Cobain.
Kurt quiere hacer canciones como Neil Young y tiene pensado colaborar con Michael Stipe.
Según su abogada, Kurt ha pensado en el divorcio y quiere cambiar su testamento.
Cobain continúa caminando con la cabeza baja y encorvado.
La escoliosis congénita no lo deja en paz.
Algunos admiradores lo identifican.
Les sonríe y ellos, curiosamente, respetan su privacidad.
Se quita el gorro de los Buzzcocks.
Incluso para tratarse de un lunes de abril y de haberse mudado a su casa en Lake Washington a principios de año, Kurt Cobain es un personaje al que se ve con relativa frecuencia por allí.
Su casa queda a unas cuadras del Viretta Park.
Si los admiradores supieran que ésta será la última vez que lo verán por allí, probablemente lo acosarían en busca de un autógrafo o de un mechón de cabello.
El líder de Nirvana levanta la vista momentáneamente y se rasca la cabeza.
Parece que ha recordado algo importante a última hora y que está a punto de volver a su casa.
Quizá sólo le da comezón la cabeza. No se ha lavado el cabello desde el sábado, cuando escapó de Exodus. Courtney Love le ha confesado a la prensa en múltiples ocasiones que su esposo no es amante de lavarse el cabello.
O tal vez ha recordado los acordes de una de las canciones que improvisó con Pat Smear en el sótano de su casa, aquella tarde en la que su familia y sus amigos lo presionaron para que ingresara a un centro de rehabilitación.
A lo mejor la situación es totalmente distinta y sólo siente la necesidad de escribirle una carta a Frances, a Courtney, a Krist y a Dave.
Nadie lo sabe.
Quizá sólo quiere volver a su casa y tumbarse a dormir, después de haberse inyectado.
Analiza si continúa su camino o vuelve a su casa, cuando una corriente de aire le pega en el rostro y le alborota el cabello.
Usa uno de los índices para pasarse el cabello detrás de una oreja y quitarse un mechón que le cubre la frente.
La sensación del viento en su cuerpo, lo hace reparar en que está vestido como si se encontrara en el invierno más crudo de todos los tiempos.
También repara en los tres jeans que usa para disimular su delgadez** y en el reloj de pulsera que aprisiona su muñeca izquierda.
Estira las piernas y abre y cierra el puño izquierdo, mientras contempla el brazalete de Exodus que no se ha quitado aún.
Se ríe. El brazalete le hace recordar el chiste que le contó Gibby Haynes, el cantante de Butthole Surfers y su compañero de habitación.
Pudiendo haber salido por la puerta del centro de rehabilitación, él mismo –al igual que el personaje del chiste– escapó saltando la barda.
Vuelve a avanzar.
Le da la impresión de que sus pisadas suenan a papel celofán en el césped, conforme aplastan las hojas caídas de los árboles.
Baja la mirada y se da cuenta de que la agujeta de su tenis derecho se ha desanudado.
Se pone de cuclillas y comienza a atarla.
Los Converse azules que usa tienen una estrella blanca a los costados.
El viernes, cuando Gary Smith encuentre su cadáver y lo reporté a una estación de radio y al 911 y en pocas horas el mundo de la música lamente su pérdida, un paparazzi se subirá a uno de los árboles que rodean el invernadero de su casa y conseguirá fotografiarle un brazo, una pierna y ese tennis cuya agujeta está atándose.
Por muchos años, esa imagen será lo único que sus admiradores verán de la escena de su muerte, en la que su cuerpo yace en el suelo con una Remington en el pecho, apuntando a su boca.
Aun ahora, veinticinco años más tarde, es difícil imaginar el estado de su rostro y la posición del cañón de la escopeta. Algunos periodistas amarillistas han hecho hasta lo imposible para que salgan a la luz todas las fotografías de su rostro deshecho.
Por fortuna, Frances Bean y el Departamento de Policía de Seattle lo han impedido.
Otras fotografías circularán en los medios, en los siguientes meses: la de su billetera, la de su licencia de manejo en la que luce un extraño corte de pelo y la de una caja de puros Moore, llena de jeringas de 1 ml, cucharas con quemaduras y encendedores.
En unos días, Kurt se convertirá en lo que más odiaba: un cliché del rock n' roll.
Unas horas después de ese macabro descubrimiento, su rostro aparecerá en las portadas de decenas de revistas. Por el resto de los tiempos, estará condenado a aparecer puntualmente, cada 5 de abril.
La leyenda de su suicidio y de las teorías conspirativas alrededor de su muerte, no cesarán jamás. Alimentarán libros, documentales, cómics, blogs...
Año tras año, millones de adolescentes confundidos e iracundos, se sentirán atraídos por el encanto de su muerte (más que por el legado de su música) y terminarán idolatrándolo y llenando los bolsillos de quienes no se cansarán de explotar su nombre.
Está tan abrumado que todo le es ajeno.
No imagina el impacto que causaría su muerte en quienes se sienten identificados con su música, en quienes han seguido su carrera, en quienes han oído hablar del concierto de Nussbaum de 1987, en quienes han conseguido una copia de Fecal Matter, en quienes asistieron al Paramount Theatre en la noche de Halloween de 1991, en quienes quedaron atónitos cuando él solo interpretaba Pennyroyal Tea en los estudios Sony de MTV en noviembre de 1993, en quienes jamás asistiremos a un concierto de Nirvana.
Kurt se quita las gafas vintage Christian Roth y las guarda en uno de los bolsillos de su chamarra de esquimal.
Se sienta en una banca del Viretta Park.
Se le antoja un cigarrillo.
Echa un vistazo alrededor.
Hay algunas personas por ahí.
¡Cuántas veces ha deseado pasar desapercibido, como en ese momento!
Su banda es la banda más popular en todo el mundo.
Los momentos como éste son raros.
La idea lo abruma.
Le llega a su cabeza el coro de la pista número cinco de In Utero.
Desde hace unos meses, hasta cuando está triste, se siente incómodo y vigilado.
Muchas personas lo rodean, pero nadie está cerca de él.
Todos quieren una rebanada de Kurt Cobain y de Nirvana.
Todos quieren pedirle favores.
Todos quieren explotar la mina de oro.
Extraña la época en la que podía salir a la calle como cualquier otra persona y componer canciones todo el día en un departamento de Olympia.
Extraña la época en la que su banda tocaba en bares de mala muerte y hacía giras infernales por la Costa Este de Estados Unidos.
Se coloca un cigarrillo en los labios.
Tiene todo el aspecto de una estrella de rock.
Es imposible creerle cuando dice que odia la fama y que siempre quiso estar en un segundo plano y ser como Ringo Starr en Los Beatles.
Siempre ha sido evidente que le gusta rodearse de reflectores.
Si odiara tanto la fama, no habría permitido que Michael Azerrad lo entrevistara para que pudiera escribir la biografía autorizada de Nirvana, ni se la pasaría diciéndole a la gente de MTV que necesita tomar un curso que le enseñe a ser una estrella de rock.
Suspira.
Piensa en encender el cigarrillo.
Piensa en la forma de las volutas de humo, esfumándose en la nada.
Esa imagen tal vez lo remite a una pregunta: ¿en verdad es mejor quemarse que desvanecerse, como dice la canción de Neil Young...?
Tal vez reflexiona en los problemas que lo han atormentado en las últimas semanas.
Todos son recurrentes.
Se repiten en su cabeza como un delirio febril.
¿Acaso sí tiene un problema de adicción a la heroína, pero no encuentra un motivo para rehabilitarse?
¿Lo único que necesita es alejarse del mundo de Nirvana y olvidarse de la música y de la gira europea que canceló unas semanas atrás?
¿Siente remordimiento y desea hacer las paces con Krist y formar una nueva banda con Pat Smear?
¿Quiere hacer carrera solista y divorciarse?
¿Quiere poner a prueba a Dave Grohl, para saber hasta dónde puede llegar como compositor?
¿Cometió un grave error, al rechazar la oferta de encabezar el festival de Lollapalooza?
¿Y si le da un giro a su carrera y comienza a componer canciones al estilo de Johnny Cash?
¿Y si busca a Mark Lanegan y retoma The Jury?
¿Qué clase de álbum podrían grabar él y Michael Stipe?
¿Y si hubiera una manera de volver al anonimato de Olympia... y si encontrara una forma para concentrarse en dibujar?
¿Y si su pesar fuera transitorio y en un mes se volviera a sentir como en aquellos tiempos, cuando vivía con Tracy y su máxima ambición era tener una banda y una canción que saliera por la radio?
¿Y si regresa a Exodus y, en sólo un mes, la ausencia de droga en su cuerpo le permitiera ver todo más claramente y sentirse tan emocionado como cuando escuchó por primera vez la versión de Love Buzz de su banda en la radio?
¿Y si, independientemente de lo que hiciera, jamás volviera a sentir la emoción de salir al escenario, cuando las luces del foro se apaguen y sus admiradores comiencen a gritar?
En los últimos conciertos en Italia y en Eslovenia, sus viejos amigos –los Melvins, con quienes se siente en deuda por haber traicionado los principios punk que ellos respetan– lo acompañaron durante la gira.
Ni siquiera con su presencia fue capaz de sentir todas estas cosas que sentía cuando audicionó para tocar el bajo con ellos y los nervios lo traicionaron.
Se supone que el líder de la banda más popular del mundo, debería sentirse estremecido por la música que crea y por la reacción de sus admiradores.
¡Si tan sólo tuviera un gramo de la pasión que Freddie Mercury desbordaba en el escenario!
Últimamente se siente un farsante y no quiere seguir engañando a nadie.
Frunce el ceño.
Está tan ensimismado en sus pensamientos que el cigarrillo se le ha pegado en los labios.
Ha olvidado encenderlo.
Cruza una pierna encima de la otra y se queda contemplando el horizonte.
Ya casi no hay sol en el Viretta Park.
La gente que andaba por ahí, ha desaparecido.
Se acomoda en la banca.
Se despega el cigarrillo de los labios.
Siente un ligero dolor, como si se hubiera arrancado un pedazo de piel muy sensible.
Pone el cigarrillo frente a sus ojos y lo contempla detenidamente, como si fuera un viejo enemigo***.
Se lo lleva a los labios y saca un encendedor de una de las bolsas de su chamarra de esquimal.
Se vuelve a poner el gorro de los Buzzcocks que ha sujetado bajo una de las axilas y enciende el cigarrillo.
Mientras le da una chupada al cigarrillo y deja escapar el humo por la boca y observa las volutas de humo esfumarse entre los árboles, no tiene idea de que le restan menos de veinticuatro horas de vida y que un electricista encontrará su cadáver hasta el viernes ocho de abril.
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*En una sesión de fotografías para la promoción de In Utero, Jesse Frohman lo fotografió usando estas gafas que se pondrán de moda veinte años después y que serán conocidas como "el modelo Kurt Cobain".
**Tracy Marander –su novia en la época de Bleach (1988)–, le dará una entrevista a Nick Broomfield a finales de 1994 y le confesará que Kurt Cobain siempre se avergonzó de su delgadez. Sin Marander, quién sabe si Kurt hubiera tenido tiempo para trabajar en las canciones de Bleach. Mientras él escribía y componía, ella trabajaba todo el día y cubría todos los gastos. El departamento en el que ambos vivían en Olympia ahora es una atracción turística.
***Véase la letra de Come As You Are.
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