El 4 de marzo de 1994 fue lanzada a la venta, la banda sonora de Backbeat.
El filme protagonizado por Stephen Dorff, cuenta la historia de los primeros años de The Beatles y en particular la relación entre John Lennon y Stuart Sutcliffe, considerado "el Beatle perdido".
El propósito de la música era reflejar "el espíritu rebelde" de los Beatles de esa época, y para ello se reclutó a músicos relacionados con el punk de la década de los 90.
La banda estuvo integrada por Greg Dulli (voz y guitarra/Afghan Whigs), Dave Pirner (voz y guitarra/Soul Asylum), Thurston Moore (guitarra/Sonic Youth), Don Fleming (guitarra/Gumball), Mike Mills (bajo y coros/R. E. M.) y *Dave Grohl (batería/Nirvana).
El productor de la música fue Don Was y el álbum ganó el Premio BAFTA a la mejor música de cine.
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| Ljubljana, Eslovenia |
La banda sonora no contiene canciones originales de The Beatles, sino las canciones que tocaban en su gira por Hamburgo –antes de volverse mundialmente famosos– y que fueron compuestas por otros artistas.
Esta banda sonora es altamente recomendable para quienes no son admiradores de The Beatles.
Canciones:
1. Money
2. Long Tall Sally
3. Bad Boy
4. Twist & Shout
5. Please Mr. Postman
6. C'Mon Everybody
7. Rock N' Roll Music
8. Slow Down
9. Roadrunner
10. Carol
11. Good Golly Miss Molly
12. Twenty Flight Rock
Backbeat Band en vivo (MTV Awards)
*El lanzamiento de este álbum coincidió con el ingreso de Kurt Cobain en estado comatoso a una clínica en Roma, debido a una sobredosis de rohypnol y champaña. Nirvana se encontraba de gira en Europa, pero Kurt Cobain tenía bronquitis y había cancelado la gira indefinidamente tres días antes, al terminar un concierto en Munich.
El Paradiso fue abierto en 1968 como una sala de conciertos.
Está construido en una antigua iglesia del Siglo XIX, cercana a Leidseplein –una de las zonas de Ámsterdam con mayor vida nocturna– y en la década de los 70 se convirtió en un símbolo de la contracultura hippie y del rock n' roll.
La sala principal aloja a 1, 500 personas. Según los expertos –ya que es una nave de la antigua iglesia– tiene una acústica excelente.
Ha albergado conciertos de Rolling Stones, Ramones, Joy Division, David Bowie, The Police, Guns N' Roses, Metallica y Nine Inch Nails, entre otros artistas.
El 25 de noviembre de 1991, Nirvana tocó en esta sala.
Nevermind tenía un mes de haber sido lanzado a la venta.
La gira europea había pasado por Reino Unido, por Alemania, por Austria, por Italia y por Bélgica. Nirvana estaba en vías de ser la banda más popular del mundo.
Este concierto fue transmitido en su totalidad por una estación de radio y fue filmado con cámaras profesionales. Algunos clips del mismo aparecieron en Live Tonight Sold Out!!! –en el VHS: Drain You, Sliver y fragmentos de Come As You Are*, de Territorial Pissings y de Love Buzz; en el DVD: About A Girl y Blew–, y School, Been A Son, Lithium y Blew terminaron en From The Muddy Banks Of The Wishkah (1996).
A finales de los noventa, en El Tianguis de El Chopo, se podía encontrar un DVD de origen japonés con casi todo el concierto. El bootleg circula en internet desde el año 2000 –yo lo conseguí en algún blog hasta el 2009– y el concierto está disponible, casi en su totalidad, en YouTube.
Tal vez en algún futuro cercano –¿cuando se cumplan 30 años?–, Geffen lancé al mercado una versión oficial de todo el concierto.
Paradiso
Setlist
*La versión "desafinada" de Come As You Are que tocaron en este concierto es una de las más comentadas en los foros de seguidores de Nirvana. Kurt Cobain desafinó su Jaguar '65 y comenzó a tocar el riff que da inicio a la canción**; antes de que entraran la batería y el bajo, dejó de tocar el riff y rasgueó algunas notas sin sentido; aulló casi toda la canción, tocó un solo más salvaje que el de la versión del álbum de estudio y prolongó los coros finales.
**Escucha Eighties de Killing Joke.
MTV Unplugged In New York fue grabado el 18 de noviembre de 1993 en los estudios Sony.
El 16 de diciembre de 1993, MTV transmitió por primera vez una versión de treinta minutos del concierto en la que no fueron incluidas Something In The Way y Oh Me.
Nirvana quería lanzarlo como parte de un álbum doble en vivo –un álbum acústico y otro eléctrico*–, pero la muerte prematura de Kurt Cobain en abril de 1994 cambió los planes y salió a la venta en noviembre de ese año como un álbum sencillo.
De acuerdo con la crítica especializada, este concierto acústico es uno de los más emblemáticos del formato Unplugged y además mostró que la banda podía trascender el sonido con el que se le había relacionado hasta entonces.
Sólo habían pasado unas semanas desde su lanzamiento, cuando lo compré.
Era la Noche Buena, acababa de cumplir 14 años, tenía unos meses en la preparatoria y mis papás nos habían dado dinero a mi hermano y a mí como regalo de Navidad.
Antes de la cena, salimos a la tienda de discos que quedaba cerca de la casa.
Sólo nos interesaba escuchar música. Desde el verano habíamos estado comprando varios álbumes allí.
(Los primeros cassettes que adquirimos fueron Use Your Illusion II y Boy, pero para esa fecha mi hermano ya tenía Far Beyond Driven y Vulgar Display Of Power y yo tenía casi toda la discografía de Guns N' Roses.)
Uno de mis compañeros de la escuela, me había grabado en cassette una copia de Nevermind.
Una compañera me había regalado un cassette de Metallica –ella creía que eran canciones de Guns N' Roses– y otros compañeros escuchaban bandas como Caifanes, Bon Jovi, Aerosmith y U2, y me habían prestado algunos cassettes, pero el sonido de Nirvana me gustó más que el de todas las bandas que escuché.
Después de escuchar durante algunas semanas Nevermind, me enteré de la muerte de Kurt Cobain.
Cuando llegamos a la tienda, no estaba seguro de qué compraría –en una visita anterior había visto un álbum de Izzy Stradlin y tenía curiosidad por escucharlo, pero no lo encontré– y al mismo tiempo quería escuchar algo que no sonara a Guns N' Roses.
Por todas partes había publicidad del Unplugged In New York.
Había un póster enorme con la portada del álbum.
Kurt Cobain estaba sentado al centro de un escenario repleto de tulipanes blancos.
Vestía un cárdigan, jeans y Converse y estaba detrás de un atril con micrófono, tocando su Martin D18-E de 1959 y cantando con los párpados medio cerrados.
El resto de la banda lo rodeaba –incluso había una chelista– y él parecía en trance.
Los tulipanes, dispersos por todas partes, le daban una atmósfera mortuoria y solemne al escenario.
Al parecer, se trataba de un concierto acústico. Sólo había escuchado Nevermind y me dio curiosidad. ¿Cómo sonaría un concierto acústico de Nirvana?
Como en cualquier tienda de discos, los álbumes estaban organizados por orden alfabético, por el nombre del artista o de la banda, pero el Unplugged estaba en la sección de novedades. (Me pregunto qué otros álbumes de Nirvana habría encontrado, si lo hubiera buscado por orden alfabético.)
Agarré un cassette** y leí cuáles canciones traía. Junto a la lista de las canciones había una fotografía tomada desde la parte trasera del escenario.
En primer plano, se veía el rostro de Cobain en una pantalla de televisión.
Al fondo, se le veía de espalda, mientras tocaba la guitarra y cantaba.
La fotografía me impactó.
El sujeto que aparecía en esa pantalla de televisión, ya estaba muerto.
Las canciones que aparecían en esa lista, formaban parte de un álbum póstumo.
Yo sólo conocía cuatro de ellas.
Desde ese momento, me obsesioné con Kurt Cobain.
También se convirtió en un misterio y en lo que yo suponía que debía ser una estrella de rock.
Salimos de la tienda de discos y volvimos a la casa.
Mi hermano compró un tributo a Kiss.
En el trayecto de regreso, yo seguía pensando en esa fotografía en la que se veía el rostro de Kurt Cobain en una pantalla de televisión.
¿Por qué había muerto?, ¿cómo había muerto...?
¿Cómo sonaban las versiones acústicas de las canciones que ya había escuchado...?
¿Cuántos álbumes tenía Nirvana, además de ese concierto acústico y de Nevermind...?
Cuando llegamos a la casa, lo único que quería era escuchar el cassette.
La cena estaba casi servida.
Estaba impaciente, pero tuve que controlarme y sentarme a cenar.
Cuando terminamos de cenar y estaba por comenzar la plática de sobremesa, sonó el teléfono.
Sólo estábamos mis papás, mis hermanos y yo.
Era apenas la segunda cena de Navidad que celebrábamos en esa casa, pero un año atrás toda la familia nos había acompañado.
Seguramente llamaron mis abuelos, pero no lo supe porque aproveché la distracción para escabullirme.
Tomé a escondidas un vaso con whisky de la mesa y subí a mi recámara.
Cerré la puerta con llave –no quería que mis papás me descubrieran con el vaso de whisky– y puse el cassette en un viejo aparato Philips que tenía.
Era un aparato inmenso y pesado, y estaba conectado a dos altavoces enormes y tenía casetera, tornamesa y entrada de audio.
Saqué el cassette del empaque y lo puse en la casetera.
Apreté el botón de play y me senté en el suelo, frente al Philips.
Me llevé el vaso a la nariz. El aroma del whisky me tomó por sorpresa. No olía como las bebidas alcohólicas que conocía.
Mientras se escuchaban los aplausos con los que da inicio el concierto, le di un sorbo al whisky.
Me escoció la garganta, y tosí.
La voz de Kurt Cobain interrumpió los aplausos del público.
Su voz parecía provenir del más allá.
Y allí estaba yo, escuchando el álbum más reciente de un artista que tenía pocos meses de haber muerto.
Le dijo a la audiencia que tocarían una canción del primer álbum de Nirvana que mucha gente no conocía.
Jamás había escuchado About A Girl. No sonaba como a ninguna canción de Nevermind –más bien, sonaba como a una canción pop de The Beatles–, pero me gustó.
Antes de que la gente asimilara la primera canción acústica de Nirvana, Cobain tocó el riff de Come As You Are y el público identificó la canción y comenzó a ovacionarlo antes de que la batería y el bajo entraran. La canción era tan popular que incluso yo la había escuchado.
Esta versión acústica me impactó.
No sonaba tan diferente a la versión de Nevermind y al mismo tiempo parecía otra canción.
Luego, Kurt Cobain volvió a interrumpir los aplausos del público y dijo que a continuación tocarían una canción cristiana, pero que tocarían la versión de esa canción de una banda escocesa llamada The Vaselines.
La canción comenzaba diciendo "Jesús no quiere que sea un rayo de sol..."
Krist Novoselic tocó el acordeón y Dave Grohl tocó el bajo y el hi-hat.
No me pareció encontrarle ninguna relación con la única referencia que tenía de Nirvana, pero también me gustó.
El público aplaudió y Cobain volvió a hablar cuando los aplausos cesaron.
Les confesó a los miembros de la banda que estaba seguro de que se equivocaría en la canción que seguía. Dave Grohl le preguntó de cuál canción se trataba.
Se trataría de una canción de David Bowie que Nirvana había estado tocando en sus conciertos más recientes.
Cuando terminaron de tocarla, el público volvió a ovacionarlos y Cobain le dijo a la banda que no se había equivocado, pero que iba a tocar otra canción en la que podría equivocarse.
Yo seguía dándole sorbos al whisky y sentía que el alcohol comenzaba a surtir efecto.
Me parecía que entendía claramente todo lo que decía Cobain y también quería tener una guitarra en ese momento y aprender a tocar todas las canciones que él había estado tocando.
Grohl le preguntó cuál canción tocaría y Cobain le dijo que tocaría Pennyroyal Tea y que lo haría él solo y que intentaría tocarla en otro tono y que la gente tendría que esperar, si se equivocaba.
(Esta canción habían estado ensayándola con Pat Smear en los coros y Cobain no había quedado satisfecho y decidió darle la sorpresa a la banda en el concierto).
Pennyroyal Tea me dio escalofríos.
Kurt Cobain y su guitarra se convirtieron en el centro de atención.
La canción hablaba de un sujeto que no la estaba pasando bien, que deseaba suspirar eternamente y que estaba muy cansado y que sin embargo no podía dormir.
De nuevo caí en la cuenta de que el intérprete estaba muerto desde hacía unos meses.
Fue escalofriante.
Otra vez pensé que estaba escuchando una voz del más allá.
Cobain se equivocó en un estribillo, pero, más que un defecto, me pareció una muestra de la emoción con que había interpretado esa canción.
Tocaron Polly, Dumb, On A Plain y Something In The Way, antes de invitar a los hermanos Kirkwood a tocar tres canciones de los Meat Puppets.
Seguía dándole sorbos al whisky y los efectos del alcohol me alentaban a fantasear.
No tenía ni siquiera 15 años. Si aprendía a tocar la guitarra pronto, tal vez podría componer canciones como Kurt Cobain algún día.
All Apologies y Where Did You Sleep Last Night? cerraron el concierto acústico de Nirvana.
(Estas canciones tienen su propia historia y en algún momento escribiré al respecto.)
Cada canción me transmitió emociones que no había experimentado debido a la música –tal vez en parte por el whisky, en parte por mi edad y en parte por el misterio que rodeaba al líder de Nirvana que había muerto a los 27 años–, y ese álbum fue lo único que escuché durante varios meses.
Cada vez que vuelvo a escucharlo, durante unos instantes recuerdo esa Noche Buena de 1994.
Hace una semana se cumplieron 25 años del lanzamiento del Unplugged In New York.
Esta Navidad quisiera quedarme en casa, tomar whisky y escucharlo.
*From The Muddy Banks Of The Wishkah sería lanzado a la venta en 1996, como un intento por retomar la idea del disco eléctrico en vivo que acompañaría al Unplugged In New York, bajo la supervisión de Krist Novoselic y de Dave Grohl. Novoselic se tomó tan en serio el trabajo de recopilar las canciones eléctricas más representativas de la breve carrera de Nirvana –sólo grabaron tres álbumes de estudio–, que incluso se la pasó casi todo un año canjeando bootlegs en internet con admiradores de la banda, para tener material suficiente de dónde elegir.
**Tengo una amplia colección de álbumes de Nirvana –oficiales y bootlegs– en los formatos de disco compacto, cassette y vinilo –algunos están repetidos en todos los formatos–, así como VHSs, DVDs, blu rays y libros de conciertos, documentales, biografías, diarios y revistas, pero con éste comencé mi colección.
Escucha: Sit And Drink Pennyroyal Tea
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